Qué es el Síndrome de dolor-disfunción de la ATM
El síndrome de dolor-disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) consiste en un dolor en la mandíbula, en esa zona. La ATM conecta la mandíbula con el cráneo y es el punto donde la mandíbula realiza su movimiento de apertura y cierre. Se localiza justo delante del conducto auditivo; por eso, a veces parece un dolor de oído.
La mayoría de las veces los trastornos de la ATM son temporales y se resuelven con tratamientos no quirúrgicos.
Las causas que con mayor frecuencia favorecen la aparición de trastornos en la ATM son:
- un excesivo apretamiento o rechinamiento de los dientes (bruxismo)
- apiñamientos y malposiciones dentarias o ausencia de piezas dentarias
- desgaste o desajuste de prótesis dentales
- deformidades mandibulares que producen un mal engranaje de los dientes
- traumatismos mandibulares
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Evolución del trastorno de la ATM en los pacientes
La evolución del trastorno es variable, dependiendo de los pacientes. Muchos acuden por presentar dolor intenso de aparición espontánea o tras realizar un esfuerzo con la mandíbula (masticar alimentos duros, bostezar, estar mucho tiempo con la boca abierta en el dentista…). El dolor suele persistir durante unos días, para ir disminuyendo y desaparecer en un plazo de dos a seis semanas.
En otros casos, el dolor de mandíbula se presenta de forma progresiva, con una duración mayor en el tiempo y con periodos de mejoría y recaída a lo largo de los meses.
Solo en una minoría de casos la evolución es hacia un empeoramiento del dolor y del movimiento mandibular.
Tratamiento del trastorno de la ATM
El tratamiento se realiza en función de la posibles causas, sobre todo si éstas se pueden corregir. Según el grado de alteración, se pueden utilizar:
- medicamentos (como antiinflamatorios, relajantes musculares, analgésicos)
- férulas de descarga o miorrelajantes
- fisioterapia
- infiltraciones musculares
- técnicas quirúrgicas como el lavado articular
- artroscopia
- cirugía abierta de la articulación en los casos más graves
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Consejos
A pesar de los avances en el tratamiento de este trastorno, es importante seguir una serie de consejos básicos:
– Evitar alimentos duros y que necesiten un largo periodo de masticación, especialmente aquellos que requieren abrir mucho la boca o hacer esfuerzos de masticación
– Evitar el uso indebido y excesivo de la mandíbula (por ejemplo, evitar comer chicle, pipas…)
– En lo posible, evitar el rechinamiento o apretamiento de los dientes. En caso de en caso de apretar o rechinar la mandíbula durante el sueño, acudir al dentista para que confeccione una férula de descarga
– Evitar en lo posible el estrés o buscar algún tipo de ayuda para disminuirlo (relajación, terapia psicológica, farmacológica, etc)
– Realizar con frecuencia masajes sobre la articulación o las zonas doloridas mediante presión directa con los dedos o haciendo círculos. Es muy aconsejable buscar el consejo y tratamiento de un fisioterapeuta con conocimiento en manipulación de la articulación temporomandibular
– Aplicar calor sobre las zonas doloridas, con un paño caliente o una manta eléctrica, durante unos quince minutos, una o dos veces al día, especialmente en épocas de frío
– Consultar con el dentista para mejorar en lo posible el engranaje de los dientes, sustituyendo mediante prótesis los dientes perdidos y arreglando los deteriorados. Así se conseguirá que la masticación se haga de manera correcta y que los movimientos mandibulares se realice siguiendo las “guías dentales” correctas, para no generar daños y dolores en la articulación
– Durante los períodos en que el dolor se hace más intenso es conveniente tomar los alimentos más blandos posibles (purés), limitar al máximo los movimientos mandibulares y acudir al médico para que prescriba el tratamiento oportuno (generalmente consiste en una combinación de analgèsicos, antiinflamatorios y relajantes musculares)